UNA ROSA BLANCA Y UNA ROSA ROJA

UNA ROSA BLANCA Y UNA ROSA ROJA

Hace tiempo, en un jardín natural en medio del bosque, había un grupo de rosas rojas que crecían libres y muy contentas, pero una rosa roja estaba muy triste, tenia los pétalos marchitados, el tallo ya no tenia ese verde vivo que caracteriza lo saludable de las plantas, sino un verdusco pálido y seco, que daba lastima con tan solo verla.

Las demás rosas, estaban totalmente sanas, hermosas y bellas, pero carecían de bondad. Todas emparejadas y dejando de lado a nuestra pobre rosa. Cada día era peor que el anterior, vivía un verdadero infierno, se sentía solo, sin a quien amar.

Se había enamorado de una rosa que estaba cerca de él, ésta, que tenía el corazón muy frío lo hizo ilusionar, primero correspondiendo su cariño, pero al poco tiempo, le rompió el corazón diciéndole en un día especial para él, la broma que le estaba haciendo, y se fue con quien era su verdadera pareja, dejando a la pobre rosa mas triste de lo que ya estaba.

Ya sin fuerzas por la tristeza, mas marchita cada día, y a punto de morir, en aquel jardín en el bosque, pasó por allí un hombre que vio al grupo de rosas, y se les quedo mirando, y con la intención de llevarse una. Todas las rosas, olvidando que estaban emparejadas, mostraron sus mejores formas y colores, los mejores pétalos y verdes tallos muy saludables, deseando que aquel hombre escogiera a una de ellas, sin embargo nuestra rosa solo se mostró tal y como estaba, marchita y con el tallo verdusco pálido. El hombre al ver esa rosa, le dio tanta lástima verla tan triste, que la escogió para llevársela, pero no la arrancó del tallo, se la llevo de raíz.

La rosa no comprendía por qué aquel hombre la escogió, pero ya no le importaba, estaba tan marchita, triste, maltratada y con el corazón roto, que acepto el destino que le esperaba. 

Una rosa blanca por lo general significa pureza, cuando regalas una roja significa amor, una amarilla significa amistad, una negra significa maldad, pero una blanca por lo general se usa cuando alguien muere.

En otro lugar, al frente de un cementerio, un grupo de rosas blancas esperaban su destino, ser cortadas para luego ser colocadas en un ramo, para que las personas las compren y las dejen en las tumbas, donde irremediablemente las rosas blancas morirían, y así de entre todas, una rosa blanca, no aceptaba el destino que le esperaba algún día, de ser arrancada, colocada en un ramo, y ser usada para adornar la tumba de alguien, tenía el carácter muy fuerte.

Cuando llegó el día en que iba a ser cortada, sacó sus espinas muy afiladas provocando daño a la mano del señor que la iba a cortar. Lucho incansablemente, pero finalmente el señor pudo cortarla y ponerla en un ramo, mientras las demás rosas blancas, acostumbradas a ver lo mismo diariamente no se inmutaron, ¡Una mas, una menos, que importa!

El ramo donde fue colocada era hermoso, nunca el señor había puesto tanto empeño para hacerlo, la rosa blanca le daba ese toque artístico, pero ella solo quería escapar. El ramo fue colocada en una tumba, y la rosa blanca empezó a perder toda esperanza, toda lucha que había dado, prácticamente fue en vano.

Unas horas después, apareció el hombre que se había llevado la rosa roja del bosque, y al ver aquella rosa blanca, tan hermosa, prácticamente echándose a perder, la sacó de aquel ramo y se la llevó, pero esta rosa se defendió, aún estando por morir, el carácter que tenía no le permitía estar tranquila, pero finalmente se la llevó.

La sembró en un jardín que solo tenía una rosa roja, una muy triste y marchita, si, ambas habían terminado en las manos del mismo hombre, y plantados en el mismo jardín. Entablaron una gran amistad muy rápido, y no porque estaban una a lado de la otra, ni tampoco porque eran las únicas flores de ese jardín, fue porque ambos eran tan diferentes de carácter, tan opuestos, tan distintos uno del otro, que compatibilizaban, era como si las carencias de uno la otra los tenia. Aquella vez, acurrucándose los dos para dormir, la rosa roja por primera vez se durmió sintiendo que le prestaban atención y que era importante para alguien, mientras que la rosa blanca por primera vez durmió sin ninguna preocupación y sin estar enfadada de todo.

Los días pasaban, y llegó el invierno, donde el clima se tornaba seco y a pesar que el cielo permanecía despejado, hacía mucho frío. La amistad entre ambas se había fortalecido aun mas, y aquel invierno fue distinto para las dos rosas, sin embargo al llegar la primavera en setiembre, un pequeño mal entendido, hizo que la rosa blanca se enfurezca y muestre su verdadero carácter, la rosa roja solo se quedo muda, y esperó pacientemente a que termine de explotar, cuando la rosa blanca se canso de renegar, la rosa roja la abrazó tan fuerte, que toda la ira de la rosa blanca se fue desvaneciendo como los últimos rayos del sol.

El verano llegó, y en aquel lugar llovía, toda la zona y el jardín rebosaba de vida, los prados se volvieron verdes, y crecieron algunas plantas allí, la rosa roja por primera vez se le veía con un verde fuerte, y la rosa blanca se dio cuenta, que nuevamente le habían crecido raíces en el suelo. Disfrutaban mucho de las lluvias de verano.

Pero antes de terminar la estación, el hombre que había rescatado a ambas rosas, se acercó, y al ver a ambas tan saludables, decidió trasplantarlas a una maceta, la roja adornaría la entrada, de su casa y la blanca adornaría el patio, al percatarse de esto la rosa blanca, hizo que el hombre se lastimara con sus espinas, la rosa roja, también, pero finalmente fueron separadas, extrañamente para el hombre a los días de colocarlas en las macetas, ambas flores se empezaron a marchitar, el hombre las cuidaba, las abonaba, las regaba, pero las rosas aun se mostraban enfermas.

El terrible carácter de la rosa blanca hizo que perdiera muy rápido sus pétalos, mientras que la rosa roja, acostumbrada a estar sola, volvió a su coloración pálida, pero ahora también deshojándose. El hombre no comprendía que era lo que pasaba, así que decidió botarlas, ya que estaban demasiado marchitas, así que en la noche saco las 2 macetas a la puerta de su casa para tirar las rosas a la basura por la mañana.

Al día siguiente muy temprano, el hombre saliendo de su casa, se dio con la sorpresa, "UN MILAGRO", las 2 rosas, estaban tan llenas de salud, que no comprendía como en una noche ambas rosas lucían como si se hubiesen recuperado en 1 mes. El hombre dijo que era obra de Dios, y decidió dejarlas a la entrada de su casa, pero al pasar los días, se dio cuenta que los tallos de las rosas se habían doblado hacia la dirección de la otra, como si las dos quisieran acercarse, entonces, el hombre decidió ponerlas en una sola maceta.

Al día siguiente las 2 rosas tenían un brillo sin igual, era como si las hubiesen traído del paraíso, allí entendió que las 2 rosas querían estar juntas, que algo las unía. Entonces las puso en una hermosa maceta grande, y la colocó en su patio. Aquel buen hombre que rescató esas 2 rosas, murió hace más de 93 años, y las rosas muy juntas, siguen tan vivas, brillantes y bellas, como si recién hubiesen florecido.

FIN

C.G.L.